Segunda Epístola a las Iglesias (eBook)

CAPÍTULO 1
 
Salutación

 
1 Omar, siervo de nuestro Señor Jesucristo por la voluntad de Dios, llamado a predicar el evangelio de Dios y a mostrar el camino hacia Él a través de su hijo Jesús el Cristo.
2 Ya en otro tiempo os escribí una epístola exhortándoos a abandonar el camino del pecado y la iniquidad, pero me ha sido necesario escribiros esta segunda carta para animaros al amor a Dios y a seguir su camino.
3 Espero os encontréis todos bien disfrutando de la compañía cristiana de los hermanos y hermanas en la fe, sabiendo que vuestra carrera no es en vano, sino que aguardan con impaciencia la bendita esperanza puesta en todos nosotros por nuestro Señor Jesús el Cristo.
4 Vivimos en un mundo turbulento y amenazante, el cual ya esperábamos desde hace mucho tiempo habiéndolo leído en las profecías contenidas en las Sagradas Escrituras dadas a nuestros antiguos hermanos en la fe. 5 Me duele recibir noticias de muchos que llamándose hermanos practican todo tipo de artes mágicas y hechicerías y fornicaciones y adulterios; incluso me duele hasta el llanto el saber de un siervo del Señor que permite que en su iglesia convivan junto con los santos un par de hombres que han abandonado su debido orden y se han juntado para cohabitar como marido y mujer plagando a la iglesia con sus homosexualidades.
6 Hermanos, no permitáis que el diablo les arrebate las coronas preparadas para vosotros y los haga merecedores del infierno preparado para él y sus demonios; sino seguid trabajando como hasta ahora, apegados a nuestro Señor y haciendo su voluntad. 7 La paz de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros y su Santo Espíritu abunde y les cubra con su santa presencia.
 

 
8 La paz de Dios os dé a todos vosotros la fuerza para seguir luchando contra Satanás y sus agentes del mal, no olvidando que tenemos como ayudante al Espíritu Santo 9 el cual acude en nuestro auxilio en todo momento que lo necesitemos. 10 Pero, se aleja de todos los que practican las iniquidades del diablo.
11 ¿Por qué aún sabiendo que la recompensa es abundante para los que practican lo santo, muchos se empeñan en seguir practicando lo malo? 12 ¿Acaso no se dan cuenta que su fin será la muerte eterna? ¿Acaso ignoran que el lago de fuego es para los que siguen a Satanás? 13 Hijitos, no olvidéis que vuestro Padre Celestial os aguarda con los brazos abiertos listo para recibiros en la morada celestial. 14 ¡Aléjese de lo inicuo! ¡Aborrezca el mal! ¡Límpiese de la inmundicia y lo inicuo! Odie todo lo que emana de Satanás. 15 ¿Hasta cuándo estarán tambaleándose entre dos ideas diferentes? ¿No temen que el día del Señor los encuentre dormidos?
 

 
16 He oído de cierto hombre que se dice ser pastor de una iglesia de la cual ha sido guía durante muchos años al lado de su esposa 17 y cuyos hijos son practicantes de todo tipo de hechicerías y encantamientos; amarres de amor y sortilegios contra la ruptura de las parejas; ¡haciendo esto con los mismos miembros de la iglesia! 18 Encantamientos para atraer dinero y fama y ritos para alejar la mala suerte, curar los males de ojo y protección contra las envidias. 19 ¡Dejen de asociarse con tales hermanos! 20 Porque cualquier cosa que estén sembrando, eso mismo segarán; 21 sea que estén sembrando con apego a la carne, segarán de la carne su contaminación y muerte; 22 o sea que estén sembrando con apego al espíritu, segarán del espíritu la vida eterna...

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